A Lam®ita Popa nunca le han regalado nada, ninguna institución ha velado por sus seis hijos, por eso desconfía de los Servicios Sociales del Gobierno de Aragón que le ofrecen un sitio digno para vivir con su bebé recién nacido. Cuando fue noticia por haber dado a luz al primer aragonés del 2004, Lam®ita explicó a este diario que nunca había tenido un hogar. Los desaprensivos que la han traído saben que una mujer embarazada o con un bebé en brazos alienta la compasión de la buena gente, y tratan de explotar el filón dejándola tirada en la calle. La DGA ha hecho lo que tenía que hacer, ahora la Policía debe controlar las mafias rumanas.