No hace ni dos meses, que la teniente de alcalde de Servicios Públicos pactó con los vecinos de Parque Goya II la implantación de un bus lanzadera que les comunicaría mediante un billete-hora con siete líneas de autobús, repartidas por toda la ciudad. Era una buena y pronta solución a los problemas de comunicación de un barrio que empieza a emerger, y así lo entendieron todos. Pero sólo unos días después la propuesta municipal se ha quedado corta para las ilimitadas exigencias de los vecinos, que reclaman ahora cuatro líneas para el nuevo barrio, lo que sería todo un récord en la implantación de servicios públicos en esta ciudad.