Borrón, y cuenta nueva. Es la senda que parece haber tomado Casa Real al abrir su perfil oficial en la red social Twitter. Le ha costado lo suyo --hace cinco años que llegó a España--, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Y esta parece que lo es, porque en sólo 72 horas la cuenta @CasaReal ha logrado sumar 54.000 seguidores. Un triunfo sin paliativos, una repercusión impagable con la que Zarzuela quiere "llegar a más ciudadanos". La cuestión es, ¿llegarán? Veremos qué dice la próxima encuesta del CIS, pero la de abril fue demoledora. Otro suspenso: un 3,72 de nota de los españoles a nuestra monarquía. Dato preocupante que parece haber activado todas las alarmas en Zarzuela. De momento, ya tienen un community manager, una persona encargada de gestionar sus twits, y de difundir una buena imagen de la Familia Real. Y ha puesto la quinta, porque en tres días ha publicado diez fotos de los Reyes y de los Príncipes de Asturias, algo inédito hasta ahora. Todas las imágenes están cuidadas pixel a pixel, basta analizar la del estreno: una imagen de Don Juan Carlos con Artur Mas. Y no es una foto cualquiera. Es una instantánea en la que el Rey, muy sonriente, saluda al presidente catalán poniéndole la mano en el hombro, justo cuando el desafío soberanista de Mas está más candente. Las siguientes tampoco son casualidad: un posado de los Príncipes de Asturias con sus hijas minutos antes de llevarlas al colegio. Como una familia más. Los cuatro aparecen relajados, sonrientes y en un ambiente distendido. La estrategia ha funcionado porque esas imágenes, y esos mensajes, han abierto los informativos, y han aparecido en las páginas de todos los periódicos.

El eco y el poder de Twitter son incalculables. Y Zarzuela lo sabe. Tiene 250 millones de usuarios en el mundo, entre ellos a casi todas las monarquías europeas. Los príncipes herederos tienen cuentas propias con las que difunden centenares de fotografías de su día a día. La noruega Mette-Marit es de las más activas; enseña a sus súbditos momentos tan íntimos como cuando sus suegros, los Reyes de Noruega, leen un cuento a sus hijos, a los príncipes. Aquí todo eso queda muy lejos. Zarzuela ya ha avisado de que su Twitter "es una cuenta institucional, en ningún caso un perfil personal". Otra vez será. Pero Larry --así se llama el pájaro del logo de twitter--, ya ha logrado piar en Zarzuela. Será un barómetro diario para la Casa Real. Antes, sólo las encuestas les guiaban sobre la opinión del pueblo. Periodista