La polémica ley de Contratos del Sector Público vuelve a estar en el punto de mira. Se le atribuye la responsabilidad de retrasar la puesta en marcha de la unidad de salud mental del Servet, por las limitaciones que pone para la adquisición de material. Pero no es el único sector sobre el que actúa negativamente, como han venido denunciando investigadores y rectores de universidades. Una ley que frena la innovación debe revisarse, ya.