POLICÍA LOCAL: Perro abatido

Antonio Nadal Pería, Zaragoza

Una agente de la Policía Local de Zaragoza practicó el tiro en el barrio de las Delicias contra un perro porque ladraba y, según versión del ayuntamiento, se abalanzó contra algunas personas. Según otros testigos, no se abalanzó contra nadie y ladró porque los policías le asustaron al acorralarlo. En unos medios de comunicación se dice que era un mastín, en un diario local un perro de agua. A la vista de la fotografía publicada, no cabe duda de que era un perro de agua, una raza que no se considera peligrosa. Entre una raza y otra hay de diferencia 70 kilos de peso y 30 centímetros de altura. Testigos del incidente, ciudadanos y asociaciones de protección a los animales han protestado y pedido al alcalde que investigue la actuación de la agente de policía, de gatillo fácil. No hay duda de que a esta señora no le gustan los perros y que es firme partidaria de las soluciones drásticas a los problemas. El dueño de este perro era el responsable de que no fuese atado ni llevase bozal, pero el perro se llevó el certero disparo. El otro día se publicó la estadística de las personas fallecidas en las calles de Zaragoza en los últimos cinco años. A ese dato habría que añadir el número de animales que también mueren en las calles, por atropello o abandono, a lo que ahora habrá que añadir por disparos. A un delincuente que huye del lugar de los hechos o al que se le acorrala, se le avisa antes de proceder contra él y se respetan sus derechos. A un perro enfurecido o asustado no se le puede convencer de modo alguno. Si el perro siente miedo, se vuelve peligroso y no entiende lo que es una pistola.

POLÍTICA: Dejad hacer...

Mariano Aguas Jáuregui, Zaragoza

El prefijo "ex" es de origen latino y se utiliza en la formación de nombres, adjetivos y verbos con el significado de "fuera" o "más allá" y se une a la base léxica formando una sola palabra.

Cuando "ex" acompaña a nombres, con los que se designa a las personas por su profesión, cargo o actividad adquiere el significado de "que fue y ya no es", es decir, que la persona ha dejado de ser lo que el nombre representa.

Este país, y refiriéndome solamente al poder político, aunque sería extensible a otros poderes, está lleno, plagado de "ex", efectivamente, gobernantes, líderes, que han dejado de serlo, en algunos casos porque no han salido reelegidos, en otros porque han presentado su dimisión (los menos); sin embargo, siguen en la brecha, la sombra del sillón es alargada; parece que dicho sillón tiene unos aditivos de los que resulta difícil desprenderse, prescindir de ellos. Inmersos, bien en la sombra o a la luz pública en muchos casos, la mayoría entorpeciendo a los titulares del Gobierno, de la oposición u otros, urgando en la herida, metiendo el dedo en la llaga, moviendo hilos, dando soluciones que parecen hablar ex-cátedra, con sus promesas electoralistas, que es lo que la gente quiere oír, pero que resultan difíciles de ejecutar; ¡qué bien se ven los toros desde la barrera! ¿o no es así, Sr. González, Sr. Guerra, Sr. Aznar? Copien del Sr. Suárez, que anteriormente gobernó y se marchó como un caballero, como lo que es. Hasta ahora copien también del Sr. Zapatero, que por lo menos, a día de hoy, no ha hecho acto de presencia. O copien de los ex presidentes norteamericanos, que una vez que no siguen en el cargo no entran ya en política, ni interior ni exterior, y se dedican a causas humanitarias de consenso, a dar conferencias, etc.