El anteproyecto de ley de cambio climático aprobado ayer por el Consejo de Ministros no ha restado preocupación sobre el futuro laboral y social de las cuencas mineras. El texto legal incluye entre sus objetivos la descarbonificación y también los convenios de transición justa ante el cierre de centrales como la de Andorra. Ahí están incluidas las medidas fiscales, la investigación y la formación y protección social de los trabajadores, pero poco nuevo hay a poco más de 40 días para que definitivamenta Endesa cierre la central el 30 de junio próximo. La crisis sanitaria y económica ha provocado una mayor incertidumbre en la zona que debería de ser calmada de inmediato por las autoridades. En los últimos días se han sucedido los despidos en empresas ligadas a la producción energética y, junto al parón de la central que ya dura cuatro meses, los ánimos de los habitantes no son buenos. Hay que moverse.