La puesta en libertad del etarra Josu Ternera vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la libertad de los presos enfermos. El terrorista fue puesto en libertad en Francia y pocas horas después la Audiencia Nacional frenó esta actuación quedando retenido para comunicarle la euroorden española que lo reclama por el atentado de la casa cuartel de Zaragoza. Es normal la indignación de las víctimas al conocer que el etarra era libre otra vez, aunque esté enfermo y tenga que acudir regularmente a la justicia. Los jueces deben tener más tacto con las víctimas que con los sanguinarios.