Pues nada, ya sabe. Si es usted una de esas personas que inició una carrera universitaria hace décadas y su plan de estudios se extinguió y ahora quiere acabarla… no tiene problemas: Acuda al Sr. Beamonte y le dirá cómo se consigue la convalidación de 45 asignaturas con un simple certificado de notas, cosa inaudita; que le abran un grupo para usted sólo, que le acepten cómo prácticas obligatorias cualquier cosa, en fin, lo que necesite. Al menos si es usted del PP y va a la Rey Juan Carlos, no tendrá ningún problema. Si usted no es del PP y acude a otra universidad pública le aseguro que lo tendrá más difícil y que no le regalarán nada. Los argentinos se inventaron un neologismo para denominar el fingimiento, la falsedad, el sí pero no o el no pero sí, la mentira disimulada: trucho. No era cuasi licenciado, aunque lo fue durante 35 años. Yo estaba equivocado. Según informaciones periodísticas, tiene más pinta de ser un licenciado presuntamente trucho, investigación pendiente de la citada universidad y probablemente de algún tribunal, claro. O sea, si usted quiere acabar su carrera pendiente, no se haga ilusiones. En fin, esto es lo que hay. Y la noche electoral sobre las ocho desconectaré hasta las 22,30 horas, porque no quiero que me cuenten encuestas pasadas y no me interesan las impresiones de presuntos expertos que tratan de confundir ciencia con sus propios deseos. Para deseos ya tengo los míos: una Europa más solidaria, más justa y un Aragón y una ciudad que miren al futuro, donde no tengan cabida ni los mentirosos ni los trasvasistas ni los totalitarios. H *Profesor de universidad