El pulso que durante dos meses han mantenido los médicos especialistas y el Gobierno de Aragón ha hecho un roto en otro roto: el de las listas de espera, que se incrementan ahora con 12.000 pacientes más que no han sido atendidos en consulta y otros 840 cuyas intervenciones quirúrgicas programadas han sido aplazadas. El gerente del Salud ha anunciado que se tardará dos o tres meses en recobrar la normalidad. Una pronta y buena atención es lo único que interesa a los pacientes después de comprobar la inflexibilidad con la que médicos y administración han resuelto un problema cuyas consecuencias aún están por ver.