El inicio de las obras de los regadíos de Monegros II pone fin al largo y complicado bloqueo de dicha infraestructura. Clamorosos errores en los proyectos iniciales, donde no se tuvieron en cuenta los imperativos medioambientales, impidieron que la UE diese su plácet y su apoyo financiero. Por fin, este problema se ha resuelto y ya ha comenzado la instalación de la gran tubería. Pero ahora surge otra incógnita planteada ayer por el presidente de Riegos de Alto Aragón, César Trillo: ¿Habrá agua suficiente para los regadíos actuales y los que están en construcción? Los agricultores creen que no y reclaman con urgencia el pantano de Biscarrués, una obra etiquetada como conflictiva . Por su parte, ni el presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, ni los responsables de la Confederación Hidrográfica del Ebro supieron darles una respuesta clara. Pero es obvio que hay que buscar una solución. Y no se puede perder más tiempo.