Desde hoy, el castillo de Loarre y su entorno se convierten de nuevo en un plató de cine, de la mano del director británico Ridley Scott y de los estudios de la 20th Century Fox, que han recreado un poblado medieval para hacer una película ambientada en el siglo XII. En principio, esta superproducción americana se iba a rodar íntegramente en Francia, pero Scott decidió hacerla en España cuando descubrió que en Loarre se encuentra el castillo del siglo XI-XII mejor conservado de Europa. Loarre, pues, empieza ahora a recoger los frutos del respeto con el que generaciones y generaciones de oscenses han protegido ese trozo de su historia.

Desde que hace diez años hubiera un intento fallido de recuperar este escenario para hacer una película americana del mismo corte de la que ahora se está rodando, se han barajado distintos proyectos para convertir ese espacio en un buen enganche turístico. Una de las más firmes era la creación de un parque temático medieval con un área dedicada a artesanía y oficios ganaderos, entre otras atracciones, que se desechó dada la gran inversión que requería. El cine ha hecho posible lo que en principio parecía más difícil, la recreación de un poblado medieval que bien podría ser la primera piedra de un buen proyecto.