De Marco Valerio Marcial, conocido como Marcial, el formidable cronista y epigramista hispano romano nacido en Bilbilis (Calatayud) en el siglo I de nuestra era, son muchos los elogios que se han vertido.

Uno de ellos procede de la pluma, nada menos, que de Lovecraft. El maestro universal del terror gótico escribía en los albores del siglo XX: «Marcial es el maestro del epigrama clásico. Jamás se ha sobrepasado su ingenio compacto y centelleante. Sus obras presentan un cuadro subjetivo y familiar de la sociedad a la que Juvenal tan amargamente atacó desde fuera».

Este certero juicio ha sido recogido en los Ensayos literarios de H. P Lovecraft que la editorial Páginas de espuma ha tenido la iniciativa de publicar en castellano, en una excelente edición a cargo de Antonio Jiménez Morato. Quien, en su prólogo, llama la atención de los lectores sobre la antigua injusticia de clasificar —o marginar, más bien— a Lovecraft como un mero escritor de terror, especializado solo en este género, reduciendo absurdamente el conocimiento de su obra a la práctica de esta disciplina, como si no hubiera sumado otros méritos en su carrera.

Nada más lejos de la realidad. Es cierto que el autor de Los mitos de Cthulhu pasó a la historia de la literatura por la construcción de un universo terrorífico extraordinariamente original, donde las viejas leyendas se daban la mano con las últimas teorías científicas sobre el origen del mundo o de la especie humana; pero no es menos cierto que Lovecraft dedicó esfuerzos a otras muchas narraciones, a la crítica literaria, al ensayo histórico y, muy en particular, a la poesía, que comenzó practicando en sus comienzos y que ya nunca abandonaría. Desde el punto de vista técnico, la poesía no tuvo secretos para Lovecraft, auténtico experto en la evolución de la rima. En Ensayos literarios dedica unas lúcidas líneas a uno de sus maestros, Edgar Allan Poe, en su calidad, también, de poeta. «Poe mantuvo que la auténtica poesía tiene como primer propósito el placer, no la verdad. Y un placer indefinido, antes que un placer limitado».

Recomendable lectura para conocer un poco más al indescifrable (como todos los grandes) H. P. Lovecraft.