Una buena noticia ha conmocionado a la sociedad argentina: el hallazgo del nieto que suma el número 114 de los desaparecidos por la criminal dictadura militar de los 70. La noticia reviste además un elemento simbólico por tratarse del nieto de una de las mujeres que más han luchado por aquellos niños, Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo. Aquellos nietos son hoy hombres y mujeres hechos y derechos. En el pasado se habían oído voces que pedían abandonar su búsqueda por los efectos traumáticos que el hallazgo podría tener en estas víctimas que no saben que lo son, criadas por otras familias. Pero todos tenemos derecho a saber quién somos y de dónde venimos. Descubrir su verdadera identidad, saber que solo estuvo cinco horas con su madre y que fue asesinada a los 24 años por unos militares sedientos de poder en un centro de detención clandestino al poco de nacer él y que fue dado en adopción, no será emocionalmente fácil para Guido Carlotto/Ignacio Hurban. Pero recuerda la necesidad de recuperar la memoria histórica. Allí y en cualquier parte.