Las próximas elecciones deberán sancionar las preferencias ciudadanas, las grandes cuestiones. Los aragoneses que se han prodigado en calles y foros contra el PHN, ¿a quién votarán? Los ciudadanos que valoran el hacer del PP en materia de infraestructuras o recuperación del patrimonio sacro (bueno el torerío fino de Gustavo Alcalde en asuntos pedestres y también el de Santo Dominguito de Buesa en los espirituales) o el empeño del PAR en mantener la caballería andante de San Juan de la Peña (ándales, Biel o Javier Callizo), tienen razones mil para tentarse las ropas. La ciudadanía, esta vez, mirará con lupa. El PSOE, mejor que peor y de la mano de Marcelino Iglesias empuja y aporta, aunque los munícipes zaragozanos lo hagan en sentido inverso, fosa donde muchos votos cambiarán de signo. ¿Sostiene el PSOE que un alcalde puede nombrar a dedo a gentes que no se tuvo el valor (o la posibilidad) de incluir en listas que los ciudadanos votan? ¿Por qué el actual neronismo, laurel, piano y arda la voluntad popular en aras de mis caprichos? La democracia es otra cosa y se verá con el voto depositado en las urnas. Nos jugamos el ser demócratas, y Belloch...

*Profesor de Universidad