"Si haces abuso de la superioridad intelectual parece que eres machista y estás acorralando a una mujer indefensa". Con esta lamentable frase trataba ayer de justificar Miguel Arias Cañete su mediocre papel en el debate electoral de la noche anterior ante la candidata socialista Elena Valenciano. El cara a cara entre los cabezas de lista de los grandes partidos españoles en las elecciones del próximo 25-M no dio mucho de sí, y más si alguien se molestó en seguir previamente el debate en Bruselas de los candidatos a presidir la Comisión Europea. Fue evidente que Valenciano le dio un buen repaso a Cañete, ni que fuera por cómo actuó ante las cámaras. Que el candidato popular exhibiera ayer a modo de disculpa un paternalismo machista perdonavidas solo puede despertar estupor y repulsa. Lamentable imagen la que deja el candidato popular, que pide la confianza de los electores para construir la Europa del futuro con unas ideas que el mundo civilizado dejó atrás como mínimo el siglo pasado. Y triste la reacción de su partido, incapaz de cuestionar si alguien con estas ideas merecía encabezar su candidatura electoral.