Durante mi vida profesional he publicado un buen número de libros sobre mi especialidad, tanto en editoriales nacionales como extranjeras, y nunca me encontré con una sola editorial mafiosa. Los únicos problemas que tuve fueron con las pequeñas editoriales, especialmente en lo que se refiere al incumplimiento del pago de los derechos de autor. La mayoría de ellas los pagaban cuándo y cómo querían y una muy concreta jamás me abonó un céntimo a pesar de que el libro se vendía bastante bien. A una la llevé a juicio y lo gané, pero lamentablemente la mayor parte de la cantidad que recibí por derechos de autor no abonados se la llevó mi abogada, lo cual me hizo recordar la maldición gitana: "tengas juicios y los ganes".

Sin embargo, a partir del momento de mi jubilación, me decidí a escribir novelas (actualmente tengo cuatro terminadas) y todavía no me ha sido posible publicar ninguna, debido a que me he negado a aceptar las leoninas (y creo que también ilegales) condiciones que imponen las editoriales que, al menos, tienen la decencia de responder a las demandas de edición.

En primer lugar, las mandé a las editoriales más prestigiosas relacionadas con la novela. Al cabo de tres meses, solo una me respondió diciéndome que, al no ser conocido en ese ámbito, debía obtener primero algún premio literario que me sirviera de aval. Obviamente, le di las gracias y seguí su consejo. Quizás me equivoqué al haberlas enviado a los concursos más prestigiados, pero el caso es que no obtuve ese tan necesario premio, ni tampoco respuesta alguna. En cambio, seleccioné dos trozos de algunas de ellas y he logrado dos premios nacionales de relato breve. Les hice saber a esas editoriales el otorgamiento de dichos premios y supongo que no les pareció suficiente, ya que no se dignaron responderme.

Quedé tan decepcionado que opté por consultar las páginas webs de las muchas editoriales que anuncian que publican todo de manera completamente gratuita. La primera sorpresa fue que este tipo de editoriales responden siempre. La segunda consistió en que es totalmente mentira que publican gratis. Por regla general, te piden que les mandes un resumen de la novela para ver si tiene interés la publicación. A los pocos días de mandarles ese resumen, te responden diciendo que es una novela maravillosa y, en la misma respuesta, te adjuntan una tabla con los precios, según sea el número de páginas. La tercera sorpresa fue que el precio es prácticamente coincidente en todas ellas.

En algunas editoriales te proponen editarlas sobre pedido, con lo cual solo se limitan a maquetarla, a ponerle una portada y luego a esperar que alguien se decida a comprarla. Por esta labor suelen pedir que se les mande por adelantado y sin ningún tipo de contrato una cantidad que suele oscilar entre 400 a 900 euros, en función del número de páginas. Eso sí, te "garantizan" que la promocionarán en internet y que la pondrán en su web. Si se le pide que todo lo que prometen lo pongan en un contrato a firmar por ambas partes, se acabó la fluida comunicación que hasta entonces mantienen con el autor.

Otra opción que suelen proponer es hacer una edición mínima de ejemplares, que el autor debe comprar y, en ese caso, el precio que hay pagar nunca suele ser inferior a 3.500 euros. A partir de ese momento de la compra, dicen que seguirán editando la novela sobre pedido, ofreciendo por los derechos de autor desde un 30% a un 70% de las ventas. Como en los restantes casos, también afirman que la promocionarán por todos los sitios de internet, habidos y por haber.

Si antes de decidirse un autor a aceptar alguna de las opciones mencionadas, opta por consultar lo que opinan expertos del tema en diferentes blogs, los más solventes aconsejan no caer en esas redes mafiosas. Después de leer docenas de dichos blogs, imprimí los múltiples correos electrónicos que poseo de esas editoriales y consulté con el departamento de consumo. La respuesta que obtuve fue que no hay nada legalmente regulado sobre ese tipo de editoriales. Di un paso más y lo consulté con un par de abogados y ambos coincidieron en que no se puede actuar judicialmente contra esas editoriales por lo que anuncian, sino solo cuando se ha pagado y no han cumplido lo que anuncian. Y que, aun así y todo, resultará muy difícil demostrar el fraude en sede judicial.

Me temo que algunos lectores y lectoras pensarán que he exagerado. A esas buenas personas les recomiendo que entren en google y que pongan "editar un libro gratis". Como les aparecerán centenares de ese tipo de editoriales, lo más sensato es que seleccionen algunas y que, cuando hayan leído las maravillas que prometen a costo cero, se pongan en contacto con ellas solicitándoles condiciones.

Soy el primero en reconocer que tal y como está el panorama de la venta de obras narrativas, las editoriales no se arriesguen a gastar su dinero en la edición de autores noveles, salvo que vean muy claras las posibilidades de venta, pero no me parece descabellado pedir que, al menos, las que son serias respondan, y exigir a las otras que no hagan una propaganda engañosa.

Catedrático jubilado, Universidad de Zaragoza