El rico y paradójico mundo de lo real y sus reflejos ha inspirado la exposición 'Espejos'. Dentro y fuera de la realidad, que puede verse en CaixaForum Zaragoza. El Instituto de Ciencias Fotónicas (los fotones son partículas que conforman la luz) y el Museo de Matemáticas de Cataluña han prestado asesoramiento a este montaje totalmente interactivo que invita a disfrutar y, sobre todo, a reflexionar sobre nuestro propio asombro o desconcierto.

No muy distinto, supongo, al que Alicia y sus extraños amigos del país de las maravillas experimentaron ante el espejo mágico que parecía encubrir secretas entradas a mundos desconocidos. Los personajes de Lewis Carroll acompañan al visitante durante toda la exposición, como sugerente recordatorio del permanente uso en las artes de los espejos como elementos sobrenaturales o mágicos.

También científicos, desde luego, pues no otra cosa sino enormes espejos desplegados en las plataformas espaciales son esos telescopios capaces de captar la primera luminosidad del universo, el big-bang y ayudarnos a datarlo, o a viajar a cualquiera de los satélites y planetas del sistema solar admirando el movimiento, tamaño y color de esos astros.

En las salas de CaixaForum, una sucesión de espejos planos, cóncavos, convexos o caleidoscópicos se van desplegando como sucesivas invitaciones al asombro. Nuestros rostros y cuerpos se reflejan en ellos de una y mil maneras. Unas veces, por ejemplo, como veríamos a Rita Hayworth en la famosa escena del salón de espejos de 'La dama de Shangai'; otras, como si Harrison Ford estuviera abismándose en sus propios rasgos multiplicados en la caja de un ascensor de los derruidos rascacielos de 'Blade Runner'. O bien como si un mago nos hubiera cortado en trozos y guardado cada uno de ellos, la cabeza, el tronco, en un cajón de cristal…

Una invitación, además de al cultivo de la imaginación y la aplicación del recurso artístico de los espejos, a la pintura, la literatura fantástica, la poesía o la música, y a descubrir las incógnitas matemáticas y leyes físicas de estos instrumentos de precisión, conocimiento y multiplicación de la realidad.

¿Dónde está, por cierto, lo real, dentro o fuera del espejo?