Malos tiempos para algunos de los consolidados proyectos de música clásica en Aragón: la Diputación Provincial de Zaragoza ha suspendido el prestigioso curso de composición que se celebraba en Veruela, mientras que en las Cortes se ha puesto fin, después de seis años, al ciclo Gaspar Sanz de guitarra. Perdemos dos oportunidades para brillar en un panorama cultural que muchas veces se vuelve difuso. Las citas suprimidas contaban ya con un buen bagaje y experiencia acumulada. No sólo hay que pensar en la rentabilidad a corto plazo, sino que es preciso que las instituciones se comprometan y amplíen sus miras.