Además de la incertidumbre, en la Universidad de Zaragoza se está instalando también una sensación de inquietud por la nueva demora ante el modelo financiero que en su día se comprometió a definir la consejera Dolores Serrat antes de agosto. Iniciado septiembre sin que se tengan noticias del mismo, en ciertos despachos de la institución académica ya vuelven las suspicacias ante los incumplimientos del departamento. Uno más.