Con las primarias de PSOE y Podemos el mapa político aragonés ha quedado casi esbozado para las próximas elecciones. Circula una encuesta de Ciudadanos que apunta hacia un futuro Gobierno de coalición entre los naranjas y el PP. Ciudadanos cotiza al alza, aupado por Cataluña y la irrelevancia del PAR. Los populares volverían a ganar, pero esta vez los números les darían. De momento, los conservadores están ausentes. Luis María Beamonte mantiene el partido aletargado y él mismo, como candidato, parece escondido, o a verlas venir. Nadie lo conoce más allá de Tarazona. En Zaragoza, Jorge Azcón sigue la estrategia opuesta, y lidera la oposición con solvencia. A Podemos la encuesta le da una caída de cuatro diputados. No es descabellado. La tendencia de los morados es de flojera; también Aragón donde en la etapa de Echenique se ha abusado de la confrontación con la izquierda. La estrategia les ha quitado más que les ha dado entre un electorado que ha pasado de la indignación al desengaño. Tampoco ha ayudado el desaguisado de Zaragoza en Común. Nacho Escartín tiene tajo. CHA es una incógnita, pero el buen trabajo está ahí. No siempre se ve recompensado, y si no que se lo digan a IU. Al PSOE la encuesta le da un ligera mejora, de 18 a 20 escaños. La salud electoral de los socialistas pasa por Zaragoza, donde están desmembrados. En las futuras primarias puede haber hasta cinco candidatos. Pero la clave es dar con el que más votos sume, en la ciudad y en la comunidad. Y eso no pasa por las viejas familias.

*Periodista