El duque de Lugo, Jaime de Marichalar, tuvo una guía de excepción durante su breve estancia, ayer, en Zaragoza para asistir a la corrida de toros en la que intervenía, entre otros, Miguel Abellán, buen amigo suyo. Se trata de una policía, zaragozana de nacimiento, que forma parte del grupo de escoltas del duque y que se encontraba en Zaragoza pasando las fiestas, aunque no tuvo inconveniente en dejar a la familia para acompañar a Marichalar y explicarle los actos más emblemáticos de las fiestas y la simbología del cachirulo que ella llevaba al cuello.