La Ley de la Dependencia es una de las mejores iniciativas de cuantas se han aprobado en la democracia, aunque nació sin la suficiente asignación económica y ese sigue siendo su mayor problema. Ayer lo volvió a recordar la consejera del ramo en Aragón, María Victoria Broto. Más de 33.000 aragoneses reciben la prestación, una cifra que ha crecido en los últimos años por el esfuerzo de las administraciones, pero precisamente por la falta de fondos aún hay 6.000 a la espera.