Aragón registró el año pasado mínimos históricos de huelgas, lo que vendría a significar que el contexto económico en el que se mueve la comunidad es de recuperación. Esta vez más que nunca se puede decir que Aragón es tierra de paz social, algo que siempre se ha utilizado para poner en valor el territorio. Pero sin embargo, las mismas estadísticas revelan que los conflictos laborales fueron más en el 2017. Pero el hecho de que vayan en aumento pero tengan una menor intensidad, es decir, repercutan menos en la calle, significa que las protestas están más ligadas a convenios que a ERE con despidos, que se producen cuando más crisis económica hay. Los datos, son pues un termómetro de la mejora económica.