El consumo eléctrico es uno de los indicadores que configuran un determinado nivel de bienestar social y también de la actividad económica asociada al mismo. Aragón, según los datos aportados por la compañía distribuidora del territorio (Endesa-ERZ) ha elevado su demanda eléctrica un 11,5% a lo largo del 2003, muy por encima de la media nacional de la propia distribuidora (un 8%), cuyos datos reflejan que el suministro coincide con las zonas de mayor desarrollo del país. De hecho, en el cómputo total de la demanda eléctrica que el viernes hizo público la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), el crecimiento medio nacional no superó el 6%.

¿Qué clientela demandó ese aumento del consumo en Aragón? Parece razonable pensar que cada uno de los 800.000 clientes de que dispone la compañía contribuyó al incremento. Pero es la industria la que demanda casi la mitad de la energía eléctrica que se consume en la comunidad. El doméstico es el mercado más reducido y con un crecimiento vegetativo apenas significativo. El dato refrenda la evolución positiva que ha tenido el tejido industrial aragonés en el 2003, con crecimientos del 2,5% que muestran la la superación de un 2002 muy plano.