Puesto que alcohol y volante son una mezcla explosiva que está costando la vida de demasiados jóvenes, Tráfico y Guardia Civil se van a conjurar este verano contra los accidentes en carretera. La mejor forma, hoy por hoy, es extremar los controles de alcoholemia, de modo que los accesos a los pueblos en fiestas van a ser objetivo principal de los agentes. Otra medida muy efectiva es la que va a poner en marcha la Diputación de Huesca para reducir el aluvión de coches en el Pirineo y reducir los accidentes durante el Festival de las Culturas: habrá autobuses desde Zaragoza, un servicio que cada día tiene mayor aceptación entre los jóvenes.