Las noticias sobre la evolución del paro ya no son de pesadilla, pero tampoco resultan tan positivas como se quiere hacer ver. No lo es que 4.447.650 personas sigan apuntadas en las oficinas de los servicios públicos de empleo, 19.720 más que en agosto. Seguro que a ninguna de ellas les satisface el dato de que es el incremento más bajo en septiembre --el mes que marca el fin de la campaña de verano-- desde el 2007. El Gobierno de Mariano Rajoy, cómo no, se agarra a la filosofía del vaso medio lleno, y más cuando se acerca un año con sendas convocatorias electorales, con la celebración de las municipales y las generales. De ahí que el Ministerio de Trabajo quiera destacar las excelencias de cifras que también manifiestan la incorporación de 12.182 personas al sistema de la Seguridad Social. En Aragón, curiosamente, el paro bajó en 128 personas, pero se perdieron más de 3.000 cotizantes. También es cierto que hoy existen 276.705 parados menos que hace un año. El paro sigue siendo un achaque muy severo para la sociedad española y para una economía entre tinieblas, y más ahora que el semáforo rojo se ha encendido en la UE.