La Delegación del Gobierno en Aragón sigue con sus problemas de comunicación. O por lo menos, aún no ha resuelto la opacidad informativa de la Policía Nacional que sólo informa casi exclusivamente de las detenciones y no de los actos delictivos, y a veces, ni eso. Ayer, el portavoz del cuerpo en Aragón, Luis Sagrario, envió una nota informando de unas detenciones por desórdenes públicos en la procesión de San Roque. Pero informó después de que este periódico publicara los incidentes y de que el mismo Sagrario los negara el día anterior, dijera que no había detenidos y acusara a los vecinos de informaciones falsas. Algo falla hace tiempo.