Hasta el pasado fin de semana no dieron negativo los periódicos análisis que se hacen en las torres de refrigeración del Clínico para comprobar la existencia de cepas de legionela. Hasta ese momento, la bacteria ha contagiado a varias personas, desde que en noviembre del año pasado la empresa encargada del mantenimiento advirtió sobre el "penoso" estado de las torres y recomendó la sustitución de las mismas. El último contagio se produjo en la última semana de septiembre, cuanto aparentemente el centro tenía todo controlado. Los sindicatos denuncian "ocultación" y exigen los informes. Tienen que facilitarlos, y cuanto antes, mejor.