El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, acudió lasemana pasada a la comisión del Pacto de Toledo del Congreso. Su mensaje fue menos catastrofista de lo que es habitual de los ministros del ramo en este foro. Pero tampoco fue negacionista, como a menudo hace el populismo, especialmente en campaña electoral. El sistema público de pensiones tiene ante sí un buen número de retos ligados a la evolución de la curva demográfica en España y al impacto de la crisis económica en el número de ocupados en España y en los niveles de cotización. Para superarlos, Escrivá propuso medidas de sentido común: volver al consenso del mismo Pacto de Toledo, liberar la Seguridad Social de cargas que no le corresponden (como algunas prestaciones no contributivas), desincentivar las jubilaciones anticipadas y fomentar los planes empresariales de pensiones frente a los individuales desde el punto de vista fiscal. Un buen elenco para la negociación a la que se deberían sumar los partidos políticos pero también los agentes sociales.

Toda solución tiene siempre consecuencias indeseadas que la política debe asumir y explicar a los ciudadanos. Liberar a la Seguridad social de ciertas cargas implica o aumentar impuestos o reducir prestaciones. Desincentivar las jubilaciones anticipadas puede tener todo el sentido del mundo en determinadas actividades o en determinados sectores. Pero no en otros. Sin perturbar los derechos de los trabajadores, hay que tener en cuenta que en determinados colectivos profesionales la edad puede significar una limitación en el ejercicio de las tareas debido al desgaste físico, por ejemplo, por la rudeza o la peligrosidad de determinadas actividades. Pero también hay que tener en cuenta que la transición digital, transversal al conjunto del sistema productivo, exige incorporar nuevo talento sin castigar a quienes les cuesta más seguir ese camino. Es difícilmente discutible que se deba prolongar la vida laboral para reequilibrar el sistema, pero atendiendo las dinámicas sectoriales y coyunturales.