El ministro de Defensa, Federico Trillo, no está teniendo un buen final de legislatura. Conforme avanzan los días hacia el 14-M, además de sus torpes actuaciones políticas, saltan a la luz nuevos detalles en torno a la tragedia aérea del Yakovlev 42 que ponen otra vez en evidencia el papel del ministerio en la catástrofe que acabó con la vida de 62 militares, 21 de ellos destinados en Aragón. Ahora son dos viudas las que aseguran que les prohibieron ver los cadáveres de sus parejas porque los féretros iban precintados, cuando un médico sí que pudo reconocerlos. Ante tanta evidencia de que se erró y mucho en esta cuestión, poco cabe pedirle ya al ministro, sino que acabe sus días como tal sin más sobresaltos. Pero sí hay que exigirle al Ministerio de Defensa que ponga al descubierto todo cuanto sucedió en torno a la tragedia sin ocultar nada más. Aunque sólo sea para que todos los afectados estén tranquilos.