Según el BOE (Boletín Oficial del Estado) del 9 mayo, los turolenses pertenecemos a ese 51% de población española que estamos en la fase 1 de desescalada, hasta el 25 de mayo que entremos en la fase 2, de momento hemos sido más afortunados que Granada, Málaga o Valencia que celebraron el lunes su primer día con terrazas y comercio. Desconozco los criterios que se han aplicado para pasar de una fase a otra, fase 0, 1, 2, 3 o la nueva fase 0,5, lo que tengo claro es que la política ha influido en quien no puede tomar una caña en el Puerto de Santa María o si puede ir de tapeo en Vitoria.

Todos esperamos que el Gobierno en este estado de alarma gestione buscando el interés general, pero la realidad nos demuestra que no, hay ciudadanos de primera y otros de segunda, depende de tu lugar de residencia y del BOE.

Todos estamos preocupados por la ausencia de medidas efectivas, no sabemos si es seguro llevar mascarillas o no, desconocemos si de verdad el Gobierno compró equipos de protección para los sanitarios o fue todo un anuncio para tranquilizar el país. Muchos tenemos serias dudas sobre las cifras de contagios y de fallecidos, habrá que depurar responsabilidades sobre estos temas y sobre los contratos millonarios para la compra de test y material de protección que nunca llega al personal sanitario, que tanto sacrificio están haciendo.

Todo este maremágnum de desinformación me importaría muy poco, si al menos a los ayuntamientos se nos permitieran libremente y sin presiones, proteger a nuestros vecinos, prevenir los contagios de coronavirus y facilitar la vida a toda la población de riesgo, esta es y sigue siendo la intención de muchos ayuntamientos.

Han transcurrido dos meses desde que se anunció el estado de alarma, como muchos alcaldes hemos intentado proteger en la medida de nuestras posibilidades la salud de nuestros vecinos, para ello junto a otros ayuntamientos adquirimos con urgencia 1.500 test rápidos, con un 85% de sensibilidad, homologados por la Unión Europea, los mismos que se siguen utilizando ahora mismo con futbolistas.

El objetivo era conocer en la primera semana de abril, la situación de los trabajadores de los ayuntamientos y aquellos de riesgo, detectar si había contagiados entre el personal que están en contacto diario con la población y protegerlos.

Los decretos aprobados de manera urgente por Sanidad, hicieron que la iniciativa de realizar un test tal y como aconseja la OMS (Organización Mundial de la Salud), en el municipio de Utrillas fuera inviable.

Nadie ha entendido las vagas explicaciones del Gobierno de Aragón, primero no aceptando los test para que fuera el centro de salud quien realizara las pruebas con criterios sanitarios, segundo pidiendo una prescripción médica para cada persona que se quisiera hacer dichas pruebas, y tercero autorizar unas semanas después para que empresas como las de los mataderos de Binéfar, pudieran hacer los test rápidos a sus empleados.

Como persona y como alcalde, siempre busco el lado positivo de las situaciones, agradezco a gran parte de la población su comportamiento.

En mi municipio sí que ha existido el sentido común, la responsabilidad, la colaboración entre instituciones, ofreciendo test al personal de residencias de pueblos vecinos como en Martín del Río, aplicando desinfecciones diarias con personal municipal y con voluntarios, repartiendo alimentos y mascarillas por vecinos implicados para que todos hiciéramos de una época extraña, un día casi normal.

Me quedo con la entereza de muchos conocidos que han trabajado con miedo en sus empresas, con la profesionalidad con la que han atendido al público en los centros de salud, comercios, farmacias, supermercados, correos, residencias, me quedo con estos vecinos que se han expuesto, sin poder realizar un test que sí teníamos aquí.

La cuenca minera no tiene futbolistas de Primera división a los que sí se les autoriza la realización de test. Aquí como en toda la provincia de Teruel tenemos trabajadores de primera, que están en primera línea, el Gobierno de Aragón debería haber autorizado hacer los test por sentido común, aunque hubieran sido comprados por unos ayuntamientos y no por la consejería de Sanidad.

La Organización Mundial de la Salud sigue recomendando para terminar con los contagios, como hizo en el mes de marzo, test, test, test, como única medida efectiva para controlar el covid-19.

Espero que la nueva consejera de salud del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, no utilice solo los criterios políticos para tomar decisiones, impulse medidas en la Atención Primaria para frenar los contagios y coopere con los ayuntamientos para gestionar con eficacia.

*Alcalde de Utrillas. Miembro de Ciudadanos