La consejera de Educación, Mayte Pérez, ha logrado la reducción de las clases de Religión en Infantil y Primaria a la mitad. Coherente con sus demandas cuando estaba en la oposición y con una propuesta que el PSOE ya recogía en su programa electoral. Ha tenido un recorrido judicial, cierto, pero finalmente el Tribunal Supremo ha dado la razón a la consejera y no ha admitido a trámite el recurso presentado por los obispos aragoneses.