La prolongación de la pandemia covid-19 y la relativa dispersión de sus tácticas de combate sanitario están generando muchas dudas no sólo entre los pacientes, reales o potenciales, sino entre los propios médicos.

Así, un colectivo de especialistas de diversos países, agrupados en el colectivo United Health Professionals, ha compartido un comunicado en el que denuncian lo que, a su juicio, viene siendo una manipulación deliberada por parte de la mayoría de los gobiernos, orientada a incrementar su control y poder sobre los ciudadanos a su cargo.

Drásticamente, estos profesionales de la medicina exigen «que se detengan de inmediato el clima de terror, la sinrazón, la manipulación y las mentiras ligadas a la mayor estafa sanitaria del siglo XXI». Según dichos críticos, las medidas tomadas hasta ahora, confinamiento, bloqueo en las comunicaciones, sacrificio económico, uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento social, etcétera, «están completamente injustificadas al no basarse en ninguna evidencia científica y violar los principios básicos de la medicina».

Los firmantes de la denuncia, alrededor de un millar de médicos, entre los cuales muchos de renombre, recuerdan que otras epidemias anteriores, como el sarampión, la gripe u otros coronavirus han sido y son más mortíferos que el actual, cuya mortalidad califican de «moderada o baja». En esa línea, acusan a la Organización Mundial de la Salud de haber exagerado la tasa de letalidad hasta el 3,4%, y a los gobiernos a crear un clima de terror exagerando las malas noticias y haciendo creer que los sistemas sanitarios están al borde del colapso o saturación, cuando, según ellos, no es así. Los denunciantes advierten que las «demenciales medidas» tomadas hasta el momento están teniendo ya graves consecuencias: suicidios, patologías psiquiátricas, alteración del correcto desarrollo educativo de escolares y universitarios, violencia doméstica, desatención de otras enfermedades, aumento del paro, crisis económica, graves perjuicios a la agricultura, quiebra de la paz social…

Que no todo el mundo, en fin, comulga con ruedas de molino ni con la consulta del doctor Simón y sus homólogos internacionales en el estado mayor de la alarma.