Sólo hay una manera de abandonar el poder pero como se pueden adoptar actitudes diferentes se podría decir que hay muchas maneras de dejarlo. Uno de los ejemplos más grotescos lo protagoniza la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, que estando ya en funciones sigue expropiando terrenos para hacer el trasvase del Ebro. A la ya diputada por Murcia le tiene sin cuidado que su función como ministra sea en funciones, puesto que el pueblo español le ha retirado su apoyo. Pero lejos de medir las decisiones que toma ocupando el cargo en precario la ministra Rodríguez sigue ejerciendo en el BOE para que se agilicen los trámites de los expedientes de las obras previstas antes de que le de hagan el relevo. Desde el PSOE ya han acusado a la ministra en funciones de "juego sucio", pero la nueva diputada por Murcia se ha limitado a decir que ella ni "frena" ni "acelera". Tiene razón. No es cuestión de pedales, con una firma es suficiente.