Aragón ha registrado un incremento de ocupación hotelera en la primera mitad del año que alcanza el 7% respecto del anterior, casi duplicando la media nacional que superó ligeramente el 4%. Unos datos absolutamente positivos que apoyan el desarrollo de una industria muy especializada y orientada a la temporalidad en nuestra comunidad, ya que la atracción de un territorio de interior es más difícil de promocionar frente el sol y playa tradicional de las costas españolas. Y precisamente entre los visitantes extranjeros --consumidores habituales de la propuesta tradional-- es donde la comunidad ha cosechado los mejores resultados. Los turistas extranjeros se han incrementado un 20% en el Pirineo y en distintos y significativos porcentajes en otros destinos. Si antes el 90% de los visitantes de Aragón eran nacionales, ahora el porcentaje se reduce al 75%, una diversificación que, no cabe duda, favorece al sector y por el que se debe apostar, como de hecho ya hace la DGA. Cualquier afianzamiento de un sector cuyo reflejo en el PIB es significativo debe ser observado en todas sus posibilidades. Materia prima hay para impulsar el turismo.