El tráfico en Zaragoza se está poniendo imposible, pero no sólo para los conductores que lo sufren sino también para los estadísticos, porque no les cuadran los datos que maneja el Ayuntamiento. Resulta que cada día circulan menos coches por el centro de la ciudad, porque los conductores buscan vías alternativas para huir de los puntos negros, pero resulta también que cada día hay más atascos. Y éste no es sólo un dato estadístico, ya que es perfectamente demostrable en distintas horas del día. Algo falla, probablemente la ineficaz ordenación del tráfico y también la permisividad con los estacionamientos en doble fila.