Evirus no da tregua y se acumula la incertidumbre. La gravedad del momento requiere fortalecer la voluntad de pactos y apostar por el compromiso social y económico. Generar confianza, ese es el objetivo que Antonio Garamendi , presidente de la patronal CEOE, apunta para España en la entrevista que publica hoy EL PERIÓDICO. Un país que, en su reconstrucción, ofrezca confianza a las instituciones europeas, así como a inversores, turistas y, por supuesto, a la ciudadanía. Para ello es imprescindible cimentar la recuperación económica en los pactos. Tanto a nivel político -los presupuestos son prioritarios- como en el ámbito empresarial, a través de acuerdos para la ampliación de los ERTE -la patronal pide prorrogarlos hasta junio del 2021-, mejora en los rastreos y regulación del teletrabajo.

Los 140.000 millones asignados a España de los fondos europeos son una oportunidad histórica para trabajar en tres campos fundamentales de modernización: economía verde, digital e industrial. Un reto en el que las instituciones no pueden fallar. La negociación de los presupuestos es la primera prueba. La supresión de vetos entre Podemos y Cs es una buena señal. No son momentos oportunos para establecer cordones sanitarios o entrar en polémicas estériles. La prioridad en estos momentos es rescatar al país y a la ciudadanía y evitar que los efectos de la pandemia -más allá de los que ya está provocando, tanto económicos como sanitarios- agraven la situación de miles de personas que están o pueden estar en una situación vulnerable. Por este motivo, es el momento de que los partidos, más que nunca y aunque sea de forma excepcional, negocien unos presupuestos en los que la ciudadanía no pierda. Este mensaje debería tenerlo claro también el Partido Popular. Su líder, Pablo Casado, tiene que ejercer una oposición responsable, encontrar el espacio de partido de Gobierno que este partido ha representado tradicionalmente y ser consciente del momento histórico que atraviesa el país. Dentro de la legítima oposición y control máximo al Ejecutivo, como es su obligación, tiene que actuar con responsabilidad.

De la misma manera, Pedro Sánchez tiene que abandonar el tacticismo y escuchar a todos, buscar alianzas para aprobar un presupuesto que no sea de nadie y al mismo tiempo sea de todos. Esa será la señal que en unas circunstancias tan extraordinarias, los partidos políticos han estado a la altura de la responsabilidad que se les exige en un momento tan duro. Esa misma responsabilidad se debe exigir también a los empresarios y a los trabajadores. Más que nunca, este reto depende de todos.