Los 731 municipios de Aragón rindieron ayer un merecido homenaje a los 914 aragoneses que murieron en los últimos meses víctimas del coronavirus. El recuerdo de todas ellas, muchas de las cuales no pudieron tener el último adiós ni por parte de sus familias, ha estado presente en todos estos actos organizados por el Gobierno de Aragón y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias.

Un emotivo recuerdo que ha estado marcado en todos los lugares por dos hechos idénticos y muy significativos. En primer lugar, la unidad de acción, simbolizada en esa carrasca plantada en todos los pueblos y ciudades de la comunidad. Los partidos y sus dirigentes han querido seguir mostrando esa labor de consenso que se ha plasmado en el territorio, especialmente en las Cortes de Aragón y en el Ayuntamiento de Zaragoza (aunque Vox, en ambas instituciones y también ZeC en la parte municipal, se desmarcaron de los acuerdos) y que debe continuar en toda la labor de recuperación que tiene por delante Aragón. La crisis sanitaria debe seguir aunando esfuerzos para recuperar el vigor económico que tenía por delante Aragón.

Y el recuerdo a las víctimas de ayer está marcado también por el reto que tenemos como sociedad en estos momentos: seguir haciendo frente al virus. Los rebrotes que se han producido en algunas zonas de Aragón, con el retroceso en la desescalada en las comarcas del Bajo Cinca, Cinca Medio, La Litera y Bajo Aragón-Caspe son toda una llamada de atención para hacer reflexionar a todos los ciudadanos y reforzar la seguridad, no bajar la guardia, para protegernos todos y proteger así a todos. La vacuna en la que se está trabajando tardará mucho en llegar, e incluso cuando se haya encontrado aún pasará mucho tiempo hasta que puedan llegar las dosis necesarias a cada rincón del Planeta. Por eso hay que afrontar la normalidad con mucho sigilo. La pandemia no se ha acabado.