La presidenta de Microsoft España, María Garaña, impartió ayer en Zaragoza la conferencia inaugural de la convención de directivos de ADEA, pero no quiso saber nada de la prensa. Ni quiso hacer declaraciones, a pesar de que hasta un equipo de La Sexta le persiguió literalmente, e incluso suspendió algunas citas con periodistas. Dicen que no quería hablar de lo poco que pagan al fisco español Microsoft y otras grandes empresas tecnológicas.