Los primeros banqueros que van a la cárcel con sentencia firme por sus delitos económicos son cinco desconocidos del gran público salvo en Galicia. Muchos les hemos conocido esta semana por una foto en los periódicos. Parecían señores. Todos con corbata, todos peinados como quería mi padre que me peinase. Sentados horizontalmente juntos parecía una imagen de misa de doce en la catedral de Santiago. Pero si te fijabas veías que no usaban reclinatorio (no tenían pinta de reclinarse demasiado) y que sus culos se beneficiaban de una especie de banco (palabra quizá muy divertida para ellos).

Así ha sido la gran corrupción en España. Ninguno de los ladrones llevaba coleta, piercings o tatuajes. Tampoco se parecían a el Lute, que se limitaba a pequeños golpes para sobrevivir. Los de la banda de Novacaixagalicia dieron un golpe de los de verdad. Sin armas, se autoregalaron 22 millones de euros mientras pedían a los demás españoles la caridad de 1.162 millones en ayudas para salvar su negocio. Bastantes de «los demás españoles» acabaron perdiendo sus empleos, quedaron sin casa o tuvieron que enviar a sus hijos a la emigración por la crisis que se desencadenó por cosas como esa.

¿Se está haciendo justicia de verdad? Ya veremos. De momento nos dan simples migajas, como esos gánsters de segunda. Los grandes siguen en la calle. Pasan los años y sus causas judiciales van muy despacio. Las teles han tenido que crear programas especiales porque la narración de tantos desmanes financieros ya no les cabía en los telediarios. Pero empieza a ser cargante ver cada dos por tres a Rodrigo Rato tocando la campanita de Bankia como en una repetición de la moviola del fútbol mientras debe estar tomándose un whisky. O que cuando los juzgan, como a Bárcenas, nos tome el pelo con su nuevo vocabulario («contabilidad extra contable», «sociedades visillo») sin que entre un guardia civil y lo disuelva. Encima, una voz en off nos explica que ya se ha reconciliado con Rajoy, de modo que lo de «ya veremos» si se hace justicia es un «ya veremos». H *Periodista