La emigración, junto con la degradación de la clase política, se ha convertido en el primer problema de España. Los migrantes, como los llama ahora, se ignora la razón, la portavocía de TVE, cuya manipulación informativa sigue siendo tan sonrojante como en los tiempos del PP, llegan a miles. No hay jornada en que no desembarquen en las costas andaluzas entre un centenar y un millar de desesperados ---lo están tanto como para arriesgar sus vidas, tantas veces y tan dramáticamente perdidas--, entre las corrientes y el tráfico marítimo del Estrecho. Porque, ¿cuántas pateras no habrán sido arrolladas en la oscuridad de la noche por petroleros, trasatlánticos o grandes mercantes?

Y, sin embargo, el español de hoy, el votante actual ha olvidado que fuimos (y en parte seguimos siendo) un país de emigrantes. De migrantes, perdón.

Las grandes oleadas de la emigración española --extraigo los datos del manual de Richard J. Evans, Europa 1814-1915) tuvieron lugar, sobre todo, durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX. Una ley aprobada en 1853 facilitó una práctica hasta entonces severamente restringida, y en la década de 1880 la salida del país se disparó: cerca de 400.000 españoles hicieron el petate con rumbo al Nuevo Mundo.

En una segunda oleada, entre 1905 y 1915, más o menos, se registró otra emigración masiva de 1,7 millones de compatriotas, con dirección asimismo allende el Atlántico. Procedentes, en su mayoría, de las regiones del norte español, Galicia, Asturias, Cantabria, y de las Islas Canarias.

Por la misma época, Francia fue también destino de los migrantes (¿o solo lo serían los subsaharianos?) españoles, con más de 80.000 individuos, diseminándose otros 100.000 por Marruecos, Argelia, Guinea y otros muchos países árabes y africanos...

¿Y cómo llegaban aquellos españoles a sus soñados Eldorados? ¿Con papeles, con riquezas, con contratos de trabajo? La mayoría con lo puesto, y muchos ni con eso...

La historia ha dado la vuelta, pero a la hora de enfocar los nuevos fenómenos migratorios, sería bueno no olvidar esta página viajera...