Mientras en plena crisis, los jetas de todos los pelajes utilizan la política para forrarse en negro, 27 de cada 100 españoles se encuentran en riesgo de pobreza. Más de dos millones son niños. El empleo es cada vez más precario. 1.834.000 hogares tienen a todos sus miembros en paro y 740.500 hogares están sin ingresos porque cada vez hay más parados sin prestación. Casi 2,4 millones llevan más de dos años en paro y solo uno de cada 3 tiene protección por desempleo. En nuestra estructura social la zona de exclusión acoge a cada vez más personas mientras que también en la zona de vulnerabilidad, de la que es relativamente fácil pasar a la de exclusión, casi se encuentra la mayoría de la población. La brecha salarial aumenta creando más desigualdad. En 2013 los directivos ganaron un 7% más, mientras que el sueldo de los trabajadores intermedios bajó un 3% y el número de millonarios crece en España un 24% respecto al año pasado. España es el país de Europa en el que más han aumentado las diferencias entre ricos y pobres. Por otro lado aumenta la pobreza energética afectando ya al 10% de la población. Mientras tanto, algunos gobernantes siguen cobrando sobresueldos sin dar cuentas de dónde viene ese dinero. El discurso oficial es que ya hemos dejado atrás la crisis y que, de la mano de Rato y sus alumnos, España es el milagro de Europa. Pero ¿qué milagro? El único es el de sus cuentas bancarias. Esto es una emergencia nacional. Hace falta un plan de medidas urgentes contra la pobreza, ya. Profesor de universidad