El fuego tiene en el solsticio de invierno un significado ancestral que, unido a los diablos y ángeles, a los san Antones y tentadoras de la Sanantonada hacen que te transportes en el tiempo a un auto sacramental, a una novela picaresca, a un rito pagano. Fue lo que me ocurrió el pasado sábado en Mirambel, en pleno Maestrazgo, viendo arder la inmensa pira o barraca de leña de roble junto a la Casa Aliaga, con todos esos luzbeles y satanes danzando entre chispas de cohetes, a la luz del fuego purificador...

La alcaldesa de Mirambel, María del Carmen Soler, consiguió reunir y convocar a una conjunta celebración a las Sanantonadas de la comarca, Olocau del Rey, Villafranca, Forcall, Iglesuela del Cid, incluso a la Sanatonada de Morella, y el resultado fue una fiesta cultural y patrimonial, mágica y popular a la que asistieron cientos de personas. Muchas de ellas habían participado asimismo en la inauguración de la Ruta Tierra y Libertad, un recorrido por Mirambel y alrededores evocando algunas de las mejores secuencias de la película de Ken Loach, de cuyo rodaje han transcurrido ya veintidós años.

Mario Ornat, autor de un espléndido libro sobre el mítico rodaje, Bienvenido Mr. Loach (Editorial Doce Robles), presentó la ruta invitándonos a recordar escenas como las del asalto del pueblo por los milicianos, los disparos del cura desde la torre de la iglesia o aquel enconado debate sobre la colectivización que tan plásticamente ilustraría las divergencias ideológicas entre anarquistas y comunistas, divorcio que en nada beneficiaría a un frente republicano ya de por sí bastante agobiado por el empuje de los nacionales.

El recuerdo de aquellos actores tan jóvenes e inspirados, Ian Hurt, Rosana Pastor, Icíar Bollaín, planeó por las hermosas calles y plazas de Mirambel, pura piedra, pura leyenda, pura historia. Escenarios que, como recordó Ornat, Loach, enemigo de todo atrezzo, no transformó, ni siquiera retocó.

Al acto inaugural de esta Ruta Tierra y Libertad que sin duda será un incentivo turístico de primer nivel asistieron la consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, y el subdelegado del Gobierno en Teruel, Antonio Arufat. La consejera se mostró entusiasmada con la idea y el trabajo llevado a cabo por la alcaldesa y concejales de un pueblo que lucha por su futuro con las armas de la cultura y el arte. Un mágico ejemplo.