Este fin de semana visita el Teatro del Mercado un actor muy singular. Se llama Juan Gamba y él y su espectáculo, Cronista de sucesos, reúnen una serie de características que los hacen únicos.

Gamba se ha inspirado en una de las figuras mas legendarias del periodismo moderno, la del autor de la crónica de sucesos, O de «casos», como se decía antiguamente. Una sección de prensa, no siempre la más valorada, en la que sus reporteros estaban y están en contacto crudo con la realidad, piel a piel, y muy a menudo en vecindad con la violencia y la sangre.

Sobre esa tambaleante tarima, Gamba construye una sólida obra teatral, llena de ironía, de drama, emocionante y actual. Su inspiración descansa en una serie de relatos de relevantes autores, cada uno de los cuales contiene en sí mismo una historia, una paradoja, una tragedia, una pregunta (o muchas). La puesta en escena de cada una de ellas requerirá de un gran esfuerzo actoral, pero a Juan Gamba le sobra talento.

El que también derrochaba, por ejemplo, Cornel Woolrich, uno de los autores en los que se inspiran los monólogos de Cronista de sucesos.

Con este formidable escritor, la literatura policíaca clásica, británica, sobre todo, la tradición de Sherlock Holmes y de Agatha Christie se vio perturbada, enriquecida por una nueva visión del género. Gracias a Woolrich, Cain o al gran Chandler, la novela de detectives pasó a convertirse en crónica social y muy a menudo en estudio psicológico de nuevos personajes acordes a la era que representaban: gánsteres, políticos corruptos, buscavidas, productores de cine, petroleros, pequeños raterillos... todo un elenco lleno de vitalidad para mayor placer y disfrute del lector.

Woolrich firmó muchas de sus novelas con el seudónimo de William Irish. Algunos de sus grandes títulos, como La novia vestía de negro o La ventana indiscreta fueron adaptados al cine.

Una cita, por tanto, la propuesta este fin de semana por Juan Gamba en el Teatro del Mercado, con muchos atractivos y añadidos y servida en un cóctel escénico bien combinado, con sabor al buen periodismo y al mejor teatro.