Messi cobra una barbaridad. Una animalada. Una cantidad que por mucho que leamos 555 millones de veces resulta imposible de asimilar para los mortales de a pie. Ni en tres vidas (normales) se puede gastar. Injusto, sobredimensionado, indecente, o no, su sueldo es estratosférico. Como Leo.

Han corrido ríos de tinta sobre los suculentos contratos de los futbolistas. Tantos como deportistas han buscado siempre la forma de pagar menos impuestos. Algunos youtubers han anunciado estos días que se trasladan a Andorra. En España se sienten sableados. Tributan un 47%. En tierras andorranas, un 10%. La diferencia es morrocotuda. Como sus fortunas. Las nóminas de estos streamers de menos de 30 años alcanzan las siete cifras.

Cuánto nos retienen, si es mucho o poco o a partir de qué cantidad ha sido motivo permanente de discusión. Impuestos. Menuda guerra. Entre izquierda y derecha, entre familias, y ahora también entre ricos y ricos. Porque no todos los influencers que ganan mucho dinero se van. Los hay que se quedan y, además, convencidos.

Es el caso de Ibai Llanos. Una celebridad en internet que lo mismo retransmite una partida de videojuegos que charla en directo con Gerard Piqué. Fue con este último cuando opinaron sin tapujos sobre el «éxodo fiscal» de los youtubers. Tiene su aquel saber qué piensan; son modelos a seguir para muchos jóvenes, cada uno en lo suyo. Y, por añadir morbo al asunto, el central blaugrana es también dueño del F.C Andorra. Toma ya.

Los dos defendieron la libertad de cada cual para elegir lugar de residencia. También que quedarse y pagar impuestos en España es bueno. Permite ayudarnos entre todos, dijo el catalán.

Que cada uno aporte a la caja común en función de sus ingresos parece buena idea para favorecer una sociedad igualitaria. Los menos afortunados pueden disponer de oportunidades que de otra manera no tendrían como, por ejemplo, estudiar. Con lo que recauda el Estado se paga la sanidad y la educación públicas, se construyen carreteras y se protege a los más vulnerables, entre otras muchas cosas.

Más aristas tiene saber qué pasa con determinados gastos de las administraciones que también cargan a la recaudación general. O si resulta conveniente reformar el sistema tributario para evitar fuga de capitales. Pagar la mitad del sueldo en impuestos, dicen algunos youtubers, no es atractivo. Lo explican mientras enseñan desde Andorra sus casas y coches de alta gama a sus millones de seguidores que residen en España. Es un dilema entre moralidad y legalidad, aseguran. Tienen razón.