Los morosos con el Ayuntamiento de Zaragoza han provocado un agujero en las cuentas municipales, cuyo responsable es Fernando Gimeno, de 43 millones de euros. Ingresos que no se han recaudado a través de impuestos, tasas o multas y que desde el año 2009 ascienden ya a 150 millones de euros. Al margen de la falta de cumpliento con la normativa municipal y con la responsabilidad como ciudadanos que ello supone, la falta de cobro de dichas cantidades genera un quebranto a las arcas públicas que repercute en el resto de contribuyentes, bien perdiendo capacidad de gasto en servicios necesarios o aumentando la deuda. Hay que considerar que el presupuesto municipal ronda los 700 millones de euros, así que los morosos producen un agujero anual en las arcas en torno al 6%, que no es broma.