Las nuevas propuestas de movilidad sostenible se están afianzando en Zaragoza. Al ya clásico sistema Bizi, cuyo éxito fue generador del impulso a los carriles específicos que están transformando la seguridad en los desplazamientos por la ciudad, se están sumando otras propuestas innovadoras, desde bicis sin estaciones o motos y patinetes eléctricos. Son propuestas empresariales que están aterrizando de golpe. Es innegable que las iniciativas favorecen una forma de movilidad por la que se decantan las ciudades. Pero esa transformación exige una regulación desde el municipio que garantice la seguridad del resto de usuarios del espacio público. Y conviene que la norma se plantee antes de que surjan los conflictos.