Después del último informe del Gobierno de Aznar sobre la situación económica de los españoles, me alegra saber que gozo, junto con el resto de españoles, de una situación altamente privilegiada, puesto que todos somos millonarios. Que además la indigencia no existe, que todas las familias tienen una vivienda digna y que al final de mes es cuando más ternera y marisco se come; francamente, ante esta situación me siento más tranquila. ¿Será que de tanto repetir lo de "España va bien" se lo ha llegado a creer?, digo yo, porque la realidad es que la situación económica es más que preocupante. El trabajo está en precario, los contratos basura son permitidos dentro de una explotación en los términos más deficitarios. Las multinacionales se van a otros países donde la mano de obra es más barata y donde los gobiernos les dan subvenciones, dejando en la calle a cientos de trabajadores, como ha ocurrido en estos días con Samsung. Estamos en precampaña y cierta exageración entra en juego, pero lo del Gobierno es de delirium tremens dentro de una autocomplacencia, y aunque entremos en el IV centenario del Quijote no es cuestión de emular sus fantasías caballerescas.

*Pintora y profesora de FP