La eficiencia de un sistema sanitario puede hacer necesarias listas de espera razonables en algún caso pues aspirar a que todos los procesos tengan un tiempo de espera cero tendría un coste alto. Pero hay que priorizar recursos. Un paciente con un juanete puede esperar más que otro con un cáncer de pulmón. Pero no son admisibles listas de espera como las del Clínico de Zaragoza que tardó 581 días en diagnosticar una apnea del sueño, enfermedad que pone en peligro al enfermo. Cuando esto ocurre, la ineficiencia del hospital y su equipo directivo es más que evidente. El gerente, Antonio Brun, tiene mucho que decir, o mejor, que hacer.