Este Gobierno practica políticas nazis para los jubilados. No le interesa la gente mayor. Le molestan los viejos; que se mueran de una puñetera vez. No trabajan (o no les dejan trabajar), no producen, ocupan camas de hospital, llenan las consultas de los ambulatorios, se atiborran a pastillas y a vacunas (que hacen millonarios a los laboratorios farmacéuticos), no miran cuando cruzan en rojo, y encima se quejan de la miserable pensión que el Estado les paga para seguir viviendo.

¿Solución?: vamos a saquear la hucha de las pensiones poco a poco, sin alarmar mucho a la población, no vaya a ser que no nos voten. El caso es tener a los pensionistas tranquilos y no se alboroten, que no salgan a la calle a dar cuatro gritos al aire. ¿Y cómo lo hacemos?, pues sencillo: retirando por ejemplo 3.500 millones de euros del fondo de reserva para la paga extra de verano y luego para la de invierno. Hay que aguantar el tirón como sea. Disimular hasta las elecciones. Porque de lo que se trata es de destruir el sistema público de pensiones. Un engorro que el PP se quiere quitar de encima, favoreciendo a los bancos y publicitando desde todos sus altavoces mediáticos los planes privados de jubilación, por si la cosa se pone más fea todavía. Aunque lo que callan es que cuando quieras rescatar tu plan de pensiones, Hacienda lo imputa como beneficio con el consiguiente sablazo en la declaración de la renta, a modo de castigo por incauto.

Como no pueden con el exterminio total, se inventan trucos, maquillan resultados y auguran la imposible sostenibilidad del sistema público de pensiones. Igual que antes, ¿se acuerdan?, cuando intentaron por todos los medios cargarse el sistema público de Salud y el sistema público de Educación. Es su hoja de ruta, puro nazismo siglo XXI. Cada uno según sus posibilidades. El que más tiene, más roba y menos contribuye al bien común. Exactamente igual que Rato. Ese chulo, hortera y maleante que dijo (con la boca seca) en comisión de investigación: «¿Es eso un saqueo? No, es el mercado, amigo. Las crisis cuestan mucho dinero». Y de paso nos riñó a todos en comparecencia parlamentaria y nos llamó imbéciles de baba. Luego, tan chulo y maleante él, se fue tan tranquilo a su casa.

Mienten como bellacos, pero ahí siguen, con el culo prieto pero caminando. Lo decía muy claro en este periódico el economista Emili Ferrer Inglés, de Economistas frente a la crisis, «resulta impresentable insinuar que las pensiones no son sostenibles cuando se han destinado 45.000 millones de euros de dinero público al rescate de la banca, se ha aprobado una amnistía fiscal y el fraude fiscal es equivalente al coste de la sanidad pública de un año». Y por si fuera poco semejante desgobierno de un país, añadía: «En los últimos cinco años se han retirado del Fondo de Reserva de la Seguridad Social 69.951 millones».

Juegan fuerte, saben lo que hacen, solo protegen a los suyos. A tipos como Rato, Camps, Correa, Costa, Gonzalez, Pujol. Ellos nunca se van a jubilar.

*Periodista y escritora